sábado, 6 de septiembre de 2014

Estado del arte


 

 

 

  1. Algunos medios registran retrasos en la implementación de la incorporación de las NIIF en las compañías ¿Qué tan lejos o cerca estamos de esa situación?

 

De cierta forma esto es verdad. La mayoría de las compañías del Grupo 1 ya han avanzado en el proceso de conversión a IFRS (o NIIF – Normas Internacionales de Información Financiera) pero hay otras que apenas están comenzándolo. Y están las compañías del Grupo 2 que hasta ahora están iniciando el proceso y que no creo sean conscientes del largo camino que les toca recorrer.

 

En términos generales, los directores y miembros de juntas directivas han sido un poco parcos en el proceso de implementación de normas internacionales. Puede haber muchos factores para esto, pero considero que el principal es que se han quedado a la espera de la directriz que les emita sus entidades supervisoras (superintendencias) tal vez pensando que este proceso se aplazará o que se darán parámetros diferentes a los que ya están establecidos, e incluso si se tomarían acciones en contra. Las compañías y sus directores se están dando un tiempo, están aprovechando en su “zona de confort”, que puede ser un poco irreal ya que se basa en el pensamiento que las entidades supervisoras y reguladoras puedan dilatar el proceso de convergencia.

 

La implementación de las IFRS es un megaproyecto que implica tiempo y recursos financieros, y muchas compañías pueden estar pensando que es un sencillo ejercicio contable. Pueden caer incluso en la equivocación de pensar en un ahorro máximo, ya sea adoptando modelos de otras compañías que ya hayan pasado por el proceso, o contratando asesores con un conocimiento reducido en el tema, e incluso hacerlo “in house” sin apoyo externo. Puede que no se hayan dado cuenta de que esto es un proyecto que impactará además los procesos de gestión y sistemas de información, y que no basta con copiar un modelo, sino que debe ser hecho a la medida de las necesidades y características de cada compañía.

 

 

  1. ¿Cuál ha sido el acompañamiento de la firma que usted representa en esa transición?

 

En EY hemos ofrecido una solución holística desde el principio, incluso desde antes de que se aprobara la Ley 1314. Iniciamos con un proceso de “evangelización” con nuestros clientes y mercado objetivo, donde la Firma le apostó a las empresas públicas  e interés público, como son las entidades financieras y de seguros, adicional al grupo de compañías que cotizan sus acciones en el mercado público de valores. Tuvimos mucho éxito ya que logramos anticiparnos a todo el tema de cumplimiento desde antes de ser aprobada la Ley. Un proceso de convergencia a IFRS toma entre 18 y 24 meses y nosotros como EY iniciamos con mucho más tiempo de realización, bajo la premisa de “tarde o temprano va a suceder y es mejor estar preparado”, ya que teníamos claro que era proceso de aprobación que no tenía marcha atrás.

 

Adicional a esto, EY apoyó todo el proceso de desarrollo del proyecto de Ley, asesoría a sus ponentes y entendimiento de las normas internacionales para lograr realizar la adaptación a las condiciones de nuestro país y características de nuestra economía. Realizamos alianzas estratégicas con instituciones educativas  como universidades y agremiaciones, no sólo enfocándonos en el cliente sino también en los profesionales en formación y colegas, que serían los encargados de llevar a cabo este proceso más adelante, esto como parte de nuestra responsabilidad como asesores ante el país.

 

No sólo quisimos estar pendientes de cuál iba a ser la solución que le íbamos a dar a nuestros clientes sino también nos enfocamos en lo que las compañías debían hacer en temas de contratación de personal y capacitación de sus profesionales. Desde un principio tuvimos una orientación más de construcción de bienestar para todas las partes involucradas en las IFRS, que la de ganar dinero.

 

 

  1. ¿Cuál ha sido la respuesta de los empresarios?

 

En términos generales, ha sido parca. En los niveles directivos el “voz a voz” en estos temas puede jugar un papel muy importante, y se generó el cuestionamiento de si iba a tardar más el proceso y que sus implicaciones no iban a ser tan drásticas. Puedo decir que para ellos ya no es algo proactivo sino reactivo, ya que se les convirtió en un tema de cumplimiento que todo el mundo necesita.

 

Los empresarios buscan encontrar soluciones empresariales, pero estas se pueden ver limitadas ya sea por su capacidad de compra, toma de decisión y objetivos corporativos. Para la convergencia a IFRS deben tener muchos factores en cuenta antes de tomar la decisión de iniciar el proceso, pero esto no significa que el tiempo vaya a parar para ellos. Muchos han caído en el error de contratar asesorías y seguir procedimientos que implicaron bajos costos, pero al final, han tenido que gastar más remediando inconvenientes que si hubieran tomado las decisiones adecuadas desde un principio.

 

La evolución que ha tenido el pensamiento de los empresarios ha tenido que ver con el cumplimiento. Hasta que no vieron que era un tema inminente y sanciones, muchos no iniciaron un proceso de convergencia adecuado. Poco a poco se han dado cuenta que tomar la decisión adecuada y obtener la ayuda adecuada desde un principio puede representar un alivio a muchos dolores de cabeza.

 

A pesar de todo, hay empresarios que no han tomado en serio este tema, por ejemplo algunas de las compañías del Grupo 1. El pasado 26 de julio las empresas bajo supervisión de la  Superintentencia de Sociedades, reportaron su estado de situación financiera de apertura bajo NIIF sin presentar diferencia alguna con el principio contable local, quiere decir que enviaron la misma información de siempre sin ningún tipo de aplicación de las normas internacionales, y si vamos más allá, enviaron información por enviarla, por cumplir con un tiempo más no le dieron la importancia necesaria a esto. No hicieron el trabajo que debían hacer, esperando tal vez un aplazamiento, que al final si se da, los resultados van a ser los mismos.

 

 

 

 

 

  1. Caso de implementación exitoso en el que haya participado su compañía

 

 

  1. ¿Por qué la contratación de un consultor no debe verse como un gasto sino como inversión?

 

Lo que necesitan contratar las organizaciones es una solución integral, que no la da un solo asesor, sino todo un equipo de trabajo. Una firma de servicios profesionales y de alta reputación como EY.

 

Ofrecer asesoría en la convergencia a IFRS implica un análisis detallado y profundo, que contiene diferentes componentes, como el contable, el tecnológico, el tributario, el de control interno, el de planeación fiscal, el de manejo de relaciones con inversionistas, uno de gestión del cambio organizacional, y el de los indicadores financieros generales de la organización. Cuando uno ve ese proceso como un megaproyecto, se da cuenta de que esto no lo puede dar una sólo persona ni tres.

 

Lo que garantiza EY es que nuestros profesionales tienen la acreditación de la experiencia, la formación académica y certificación profesional. Los equipos están capacitados en todos los niveles, e incluso desde antes de la aprobación de la Ley ya que nuestro objetivo era estar preparados para ofrecer lo mejor a nuestros clientes en este tema tan importante y tan complejo. Nos hemos dedicado a educarnos y a resolver todo tipo de problemas complejos de clientes de todo tipo. Hemos asesorado a los principales grupos económicos del país y nos hemos encontrado con temas que incluso para nuestro equipo global de IFRS de EY, han sido todo un reto y hemos llegado a la resolución de estos. Con esto no obtenemos sólo mayor experiencia sino que nos convertimos en verdaderos asesores que no sólo nos dedicamos a aceptar y decirle al cliente lo que él quiere.

 

 

 

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