viernes, 3 de agosto de 2012

Recuperando el tiempo perdido en materia de Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF o IFRS por sus siglas en inglés)



En los últimos meses se ha venido “apretando el acelerador” en los procesos de convergencia a NIIF en Colombia. Esta afirmación puede ser el resultado de nuestra capacidad reactiva a los cambios, que contrasta – sin duda- con el dinamismo con el que tuvieron que afrontarse los cambios que se veían venir desde el inicio del proceso de convergencia.

El Gobierno está haciendo todo en lo que en su alcance está por divulgar y hacer su mejor esfuerzo para que las empresas colombianas inicien su proceso de conversión de su lenguaje financiero local a uno que cumpla con los estándares internacionales. La discusión que se ha venido suscitando entonces, es si es el Gobierno quien debió hacer su proceso de divulgación con antelación o si las compañías, debieron ser proactivas desde el momento en el que se empezó a discutir el cambio del lenguaje financiero en Colombia. No creo que sea el momento de caer en discusiones infructuosas sobre lo que debió pasar sino de lo que hay que hacer para afrontar este cambio, que sin duda va más allá de los temas contables y que de manera holística afecta la economía colombiana.

Para recordar un poco, la ley 1314 de 2009, se firmó en julio de ese año. A mi juicio, la preparación para una convergencia contable y de aseguramiento de la información – que era más financiera y económica que esto último - debió iniciar, incluso, antes de la promulgación de la ley. El asunto realmente importante es qué deben hacer las empresas y el Gobierno en torno a la implementación de los lineamientos de la ley, sobre todo en tan corto tiempo.

Para poder comprender a fondo los cambios que conlleva la convergencia “contable y de aseguramiento de la información contable” es preciso indicar que se debe conocer los principales impactos en los negocios y, consecuentemente, en los reportes financieros derivados de las NIIF.

Antes de iniciar con los impactos, habría que hacer una digresión importante. Las NIIF son normas exigentes en el desglose de información financiera y no financiera, que por lo general termina en la presentación de los estados financieros de las compañías y que reflejan, como principio fundamental la realidad económica y no una realidad fiscal, como lo es para el caso latinoamericano.

Conceptos básicos y tan profundos como contabilidad abarca un sinnúmero de fundamentos sobre los cuales los administradores toman decisiones. Para hacerlo un poco más sencillo los contadores o preparadores de la información financiera, o quienes lidian con la contabilidad, deben tener el compromiso de comprender a fondo el porqué de ciertas conclusiones contables en cada transacción. Es importante detenerse un tanto en esta afirmación. Permítanme este parangón y cuestionamiento para explicarla mejor ¿Estaríamos dispuestos a ponernos a disposición de un grupo de los mejores profesionales en la salud en caso de empezar a sufrir una enfermedad? La respuesta, por supuesto es obvia. La siguiente pregunta es si la enfermedad es tan grave ¿Cómo llegaron a esa conclusión? ¿Qué tal que no sea tal? Todas estas respuestas tienen un juicio profesional, que seguramente se basó en un estudio de miles de pruebas, o si a caso no todas las pruebas sino el examen que formularon que haya sido el más preciso para permitir concluir al respecto. Quiere decir esto que no sólo basta con tener el mejor médico sino que éste soporte sus juicios profesionales con estudios técnicos y de alta precisión. Basado en la conclusión del origen de la enfermedad, el Médico a su vez prescribe al paciente un tratamiento y como su diagnóstico fue asertivo, el paciente finalmente contará la historia a sus descendientes.

Esta digresión, para indicar que en el mundo de los negocios y en la economía, las cosas no son nada distintas. Imagínense que ustedes fueran los dueños de las toma de decisiones en sus compañías o por lo menos hacen parte de un órgano directivo de las empresas y sus decisiones marcan el rumbo de los negocios ¿Serían capaces de tomar decisiones de negocios sin tener fundamentos para ello? – Infiero positivamente la respuesta-. Estoy convencido que las decisiones de negocio se toman con base en informes precisos sobre: el retorno de inversión, capital requerido, rentabilidad, margen, entre otros indicadores. La pregunta siguiente es ¿Cómo o de dónde provienen esos indicadores? Por supuesto de la contabilidad o de los estados financieros que son su producto final. ¿Qué ocurre entonces si esos indicadores arrojan diferentes resultados en NIIF versus a la contabilidad local? Lo que siempre ocurre en nuestra cultura latinoamericana es que, se vuelve en un tema de suerte, porque pueden ocurrir dos cosas: que pase algo en contra o que pase algo a favor o quizá una tercera, que no pase nada. Si pasa algo malo, por supuesto habrán culpables ¿Cierto? Estoy seguro que el problema es del origen, es decir quienes toman la decisión. Vuelvan al caso del médico y concluyan si el problema es del médico o del dictamen que se basó en múltiples exámenes o examen exacto para dictaminar, allí estará la base de la conclusión.

Claros en esto último, es bueno indicar que NIIF no sólo es un tema contable y financiero. - Por cierto es la génesis- pero va acompañado de muchos cambios de orden fiscal, tecnológicos, temas de industria, operaciones, finanzas, relaciones con inversionistas o interesados claves, compensaciones a ejecutivos, entre otros. Todo esto, para indicar que la alta dirección debe tener claro que la convergencia a NIIF es gran proyecto en el cual se debe dejar claro las reglas sobre la toma de decisiones, es decir un manual de reporte financiero que incluya las políticas contables y financieras con la cual se tomarán las decisiones de las compañías.

Para poder hacer un proyecto controlado, las compañías necesitarán la ayuda de expertos, no en IFRS, pues no hay tal, sino en expertos en temas específicos que le aplique a la industria y al negocio de su compañía. Esto sólo lo podrán proveer compañías especializadas y con, no sólo experiencia, sino credenciales y con profesionales con certificaciones internacionales. Este es otro de los puntos a discutir sobre qué fue primero el huevo o la gallina. Me refiero particularmente a la formación académica de los profesionales que lidian con información financiera (Abogados, Ingenieros, Economistas, Financistas, Administradores, Contadores Públicos, entre otros). Si hace más de cinco años las universidades, en su sentido académico y de universalidad característica, hubieran adaptado los Syllabus en estas carreras y le hubieran incluido temas relativos a las NIIF, los profesionales que estuvieran graduándose podrían estar en capacidad de lidiar o por lo menos maximizar el conocimiento en NIIF para beneficio de las compañías. Más allá de esto, pues no es tiempo de mirar el espejo, se hubiera podido ser un modelo de desarrollo económico. Quizá pueda ser apresurada esta afirmación que contrasta con el pensar que si nuestra economía claramente depende de bienes primarios (Recursos naturales), que podría pasar si empezamos a desarrollar servicios profesionales de clase mundial, por ejemplo la famosa tercerización (BPO, por sus siglas en inglés), de servicios contables. Sólo basta ver ejemplo de países que adoptaron este modelo. Que tal que, no sólo para satisfacer el mercado local – que bastante ausencia tenemos de este tipo de servicios- sino que empecemos a exportar estos servicios a países latinoamericanos que ya están aplicando o están, como en Colombia, Ad-portas de aplicar NIIF. Podría ser afirmaciones efímeras, pero más que eso es una idea que habría que empezar a consolidar, el problema de siempre es si es ahora o fue hace cinco años o más.

Es tiempo de innovar y no de criticar. Mucho se ha desdicho sobre el proceso de convergencia a NIIF en Colombia. Las críticas han llovido, pero más allá de esto, habría que cuestionarse si en lugar de seguir esperando el utópico aplazamiento de la fecha de entrada en vigencia de las NIIF en Colombia, habría que iniciar el proceso de entendimiento del impacto que traerá consigo las NIIF.

Para hablar un poco sobre el impacto económico, imagínense a los bancos. Me refiero no a cuáles serán los impactos en el patrimonio técnico y sus índices de solvencia y demás discusiones al respecto. El punto es más sencillo y macro. ¿Qué pasa si una analista de crédito de un banco X en Colombia otorga o califica la colocación de un préstamo, si su “análisis” lo hizo basado en estados financieros bajo principios colombianos y no bajo NIIF o si lo hizo con NIIF, estuvo preparado el analista para llegar a esa conclusión? Es mucho más amplio el panorama de respuesta ¿Cierto? Por un lado, el analista – en piloto automático- concluye que porque no llegó a los ratios exigido en el modelo del banco no se otorga el crédito. Qué pasa si esos indicadores están influenciados por la NIIF 1 (Aplicación por primera vez de NIIF). Estas normas, por ejemplo, presentan múltiples opciones a los adoptantes por primera vez y por supuesto no son comparables con otras compañías similares pues habría que revisar cuáles fueron las opciones por las que optó la compañía objeto de comparación. Quiere decir esto que más que análisis numéricos, los analistas tendrán que leer con detenimiento y con conocimiento en NIIF, para poder concluir en su análisis. Si le otorgan el crédito a la compañía y no tiene suficiencia financiera, genera problemas de riesgo crediticio y afectaría a la economía nacional, pues se vendría deteriorando la cartera. Y si no se otorga el crédito, la economía se afecta por la falta de liquidez, con todas las incidencias que ya conocemos en materia de política monetaria, menester del Banco Central.

Lo realmente importante es mirar hacia delante y desde ya iniciar un plan de convergencia a NIIF de forma controlado. Es momento de iniciar. Lo que debemos hacer en Colombia es coadyuvar al Gobierno en esta importante iniciativa. El proceso de convergencia a NIIF es más económico que contable y además necesario, máxime si somos una economía emergente miembro de CIVETS, con un mercado integrado Latinoamericano (MILA) , con un sinnúmero de tratados de libre comercio, con una calificación de riesgos de grado de inversión por primera vez en la historia por parte de las tres calificadores de riesgo internacional y con una inversión extranjero e inversión de grupos económicos fuera del territorio nacional que facilita las fusiones y adquisiciones.

martes, 27 de marzo de 2012

Ernst & Young, al mismo paso de las NIIF en nuestro país

Un cambio tan importante como la modificación en los estándares de contabilidad usados en nuestro país, no puede tomarse a la ligera, y mucho menos, se puede permitir que se creen pensamientos y se generen prácticas sesgadas a lo que debería ser, sin tener presente el verdadero sentido de la adopción.
La búsqueda de una economía cada vez más globalizada, y la amplia participación en los mercados internacionales, pueden ser tan solo dos de los objetivos primordiales para la intención de adoptar las NIIF en nuestro país. Adoptar las NIIF no es un tema de voluntad independiente, es más un requerimiento para asegurar el crecimiento y estabilidad de la empresa privada en un futuro más cercano que lejano. Las nomas internacionales nos ofrecen más que una estandarización en reportes; es una herramienta estratégica que de comprender su potencial y beneficios, será vital para el desempeño organizacional y funcionamiento de los mercados.
En Colombia, el camino no ha sido fácil, y muy seguramente lo que nos queda por recorrer tampoco lo será. El estudio intensivo de la norma, pasando por la aprobación de un Proyecto de Ley, su aprobación, y la conformación de un concejo técnico dirigido con el único objetivo de asegurar la aplicación acertada de NIIF, sólo han sido los primeros pasos que nuestro país ha tomado para iniciar este camino. Todavía nos queda el paso más difícil de todos, que es el cumplir con los requerimientos establecidos para la diversidad de empresas que tenemos en Colombia, y más que todo, lograr alcanzar la suficiencia en reporte financiero bajo NIIF.
La implementación de las NIIF más que ser un tema de complejidad, es un tema de preparación y tiempo. Por una parte, es fundamental contar con los conocimientos necesarios sobre la norma y requerimientos para cada caso, pero también es importante contar con las repercusiones que tendrá este proceso al interior de cada organización. Este proceso no será sólo un proceso contable, sino que también involucrará procesos tributarios, ajustes en sistemas de información, y más importante aún, generará un cambio organizacional general que enfrentará hasta dilemas de recurso humano. En Ernst & Young tenemos el propósito de convertirnos en su principal soporte estratégico, brindando apoyo a través de nuestros conocimientos y la experiencia que hemos adquirido en diferentes industrias y diferentes tipos de empresa, sin dejar de darle la especificidad necesaria a cada uno de los casos que se nos presenten. En NIIF, somos asesores de las más grandes empresas colombianas líderes en el mercado… pero queremos ir más allá y convertirnos en principal fuente de conocimiento de las normas internacionales, tanto para instituciones privadas, como públicas y gubernamentales.

viernes, 20 de enero de 2012

Un paso más cerca a las IFRS

Innumerables esfuerzos se han realizada para lograr el establecimiento de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF o IFRS por sus siglas en inglés) en Colombia. Ha sido un proceso que ha tardado más de cinco años, iniciando con el estudio de las normas contables nacionales e internacionales para la creación de un proyecto de ley que asegurara un primer paso para el camino indicado que debía recorrer nuestro país para la conversión a las IFRS. A mediados de 2009, finalmente la iniciativa de internacionalización de nuestro lenguaje financiero se hizo factible con la aprobación, luego de más de dos años de discusiones y socializaciones, de la Ley 1314. Junto con ella se hizo evidente un desafío sin comparación para el Gobierno, para las empresas, y para los entes regulatorios, ya que se había iniciado un proceso que no tenía reversa, y que traería muchos retos para una deseada economía global colombiana. Se han tenido muchos éxitos, se han tomado muchas decisiones acertadas, y también en el proceso se han encontrado muchas barreras las cuales, poco a poco, se han logrado superar y otras que todavía se mantienen, y sin embargo, se puede decir que el camino hacia las IFRS, que hoy estamos viviendo en Colombia nunca ha sido más exitoso.
El pasado mes, el Gobierno expidió el decreto 4946 del 30 de diciembre de 2011, en el cual daba un espaldarazo aceptando la aplicación voluntaria anticipada a las IFRS plenas para las grandes compañías en Colombia. Esta decisión, además de reflejar el apoyo que le está dando el Gobierno Nacional a la Ley, dejó claro que la aplicación de las IFRS es un proceso más que serio y cercano, para todos aquellos incrédulos que piensan que no es un proceso ni real ni cercano. Definitivamente, las IFRS son un tema de gran trascendencia y de tiempo presente y permanente.
Lo primero que hay que resaltar de este decreto es que el Gobierno está muy enfocado en alcanzar el resultado de aplicar las IFRS plenamente en Colombia. Con este decreto se hace claro también el apoyo general a la labor que ha venido realizando el Concejo Técnico de la Contaduría Pública y sus comités técnicos ad-honorem, pero hay que ir más allá. Esto significa que el Gobierno no puede quedarse sólo con esta acción en pro de las IFRS, sino demostrarle a todo el público que este cambio, a pesar de presentar un duro trabajo, traerá muchos beneficios para todas las empresas.
¿A qué se refiere el decreto cuando se habla de IFRS pleno? Siempre se había dicho que la norma colombiana iba a converger, lo que significa que en temas de normas contables las empresas colombianas tendrían principios contables colombianos que de una u otra forma serían emular las IFRS, pero no cumplirlas a cabalidad. Si permitimos no adoptar unas IFRS plenas tal cual las emite el IASB ( Junta de emisores de IFRS), estaríamos yendo en contra de nuestra idealización y seguridad de tener una economía globalizada. Nos jactamos de tener un país con una economía de grado de inversión, de acuerdo con las tres grandes calificadoras de riesgo y de tener diferentes tratados de libre comercio, que a la hora de la verdad, no podrá añadirse al mundo globalizado si mantenemos normativa colombiana independiente a la internacional.
La adopción voluntaria anticipada y sus beneficios
La fecha límite que tuvieron las empresas para acogerse a esta adopción anticipada fue el 13 de enero de 2012, y para quienes no lograron cumplir con este plazo, perdieron la oportunidad y beneficios que el Gobierno asegura a través de este decreto. Las compañías colombianas que adopten tempranamente el IFRS, podrán ir en búsqueda de deuda pública mucho más barata, no sólo en el mercado internacional latinoamericano, sino también en EE.UU., Canadá o Europa”. Los requerimientos que son exigidos a una compañía para hacer una emisión pública inicial, es que primero muestre suficiencia financiera, y si el interés está en el exterior, no se puede presentar unos estados financieros con normas colombianas, sino unos estados financieros internacionales, es decir, con la aplicación de IFRS. Uno de los grandes beneficios de este decreto, es que el Gobierno está facilitando a las compañías que se acogieron, a acortar el camino hacia la búsqueda de capital o deuda internacional, por supuesto a un menor costo. Es claro que tanto los reguladores internacionales como las entidades financieras internacionales están solicitando como soporte de la suficiencia financiera de las compañías, unos estados financieros de clase mundial. IFRS es la respuesta a este requerimiento..
Estas empresas que van a lograr aplicar anticipadamente las IFRS, generarán un efecto multiplicativo que provocará que las compañías puedan internacionalizarse poco a poco en los próximos años. Colombia tiene una economía que se mueve constantemente y que tiene un alto nivel de inversión extranjera, sin dejar de lado que las compañías nacionales también están invirtiendo en el exterior, lo que fomenta un mucho más la globalización de nuestras empresas. Al presentar la información financiera en IFRS, no solo facilita el acceso a las diferentes bolsas de valores del mundo, sino también reduce los costos de los recursos y facilita los créditos sindicados con entidades financieras, con tasa de interés mucho más baja. Hay muchas compañías que quieren buscar deuda pública internacional, si estas compañías tienen IFRS podrán hacerlo también en el mercado internacional de forma más expedita. Y cómo lo pueden hacer, siguiendo una serie de requerimientos entre los que se encuentran IFRS.
Se podría inferir entonces, que con la emisión de este decreto, el Gobierno colombiano busca ayudar a las compañías en ese proceso de internacionalización desde el punto de vista técnico. Esto no puede llegar en mejor momento, ya que tenemos la factibilidad de aplicación de IFRS en Colombia y además el apoyo decidido del Gobierno en esta iniciativa.
En síntesis podemos resaltar los siguientes puntos del decreto:
1. Por mucho que sea criticado el Gobierno, ha demostrado un apoyo a través de un decreto reglamentario de la aplicación de las IFRS con base en lo que dice también la Ley 1314.
2. Muchas grandes compañías se acogieron a este plazo y estarán adoptando IFRS pleno.
3. El Gobierno con esta iniciativa se preparará previamente, antes de que el cambio sea obligatorio para todas las compañías. Tendrá la oportunidad de adaptar su proceso de fiscalización y de regulación, de entender de qué se tratan las cifras, de entender cuáles serán los impactos, de conocer cuáles son las diferencias entre la parte fiscal y la parte contable (descrita en la Ley 1314), entre otros desafíos.
A pesar de que este decreto, resulta ser un punto a favor en materia de IFRS en Colombia, todavía hay muchas empresas que no están preparadas y que no lo ven como un cambio inminente. Esto se debe posiblemente a que no han recibido una notificación formal por parte de las Superintendencias ni por parte del Concejo Técnico, entes que no están en responsabilidad de hacerlo tampoco. Acciones como la creación de este Decreto deberían ser suficientes para iniciar el trabajo necesario en cada empresa, ya que no es un cambio sencillo. La aplicación de IFRS involucrará a toda la organización, y no se limitará sólo a cambios técnicos contables, sino que también se presentarán desafíos en materia de Sistemas de Información, en materia de Procesos, de Administración del Cambio.