Innumerables esfuerzos se han realizada para lograr el establecimiento de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF o IFRS por sus siglas en inglés) en Colombia. Ha sido un proceso que ha tardado más de cinco años, iniciando con el estudio de las normas contables nacionales e internacionales para la creación de un proyecto de ley que asegurara un primer paso para el camino indicado que debía recorrer nuestro país para la conversión a las IFRS. A mediados de 2009, finalmente la iniciativa de internacionalización de nuestro lenguaje financiero se hizo factible con la aprobación, luego de más de dos años de discusiones y socializaciones, de la Ley 1314. Junto con ella se hizo evidente un desafío sin comparación para el Gobierno, para las empresas, y para los entes regulatorios, ya que se había iniciado un proceso que no tenía reversa, y que traería muchos retos para una deseada economía global colombiana. Se han tenido muchos éxitos, se han tomado muchas decisiones acertadas, y también en el proceso se han encontrado muchas barreras las cuales, poco a poco, se han logrado superar y otras que todavía se mantienen, y sin embargo, se puede decir que el camino hacia las IFRS, que hoy estamos viviendo en Colombia nunca ha sido más exitoso.
El pasado mes, el Gobierno expidió el decreto 4946 del 30 de diciembre de 2011, en el cual daba un espaldarazo aceptando la aplicación voluntaria anticipada a las IFRS plenas para las grandes compañías en Colombia. Esta decisión, además de reflejar el apoyo que le está dando el Gobierno Nacional a la Ley, dejó claro que la aplicación de las IFRS es un proceso más que serio y cercano, para todos aquellos incrédulos que piensan que no es un proceso ni real ni cercano. Definitivamente, las IFRS son un tema de gran trascendencia y de tiempo presente y permanente.
Lo primero que hay que resaltar de este decreto es que el Gobierno está muy enfocado en alcanzar el resultado de aplicar las IFRS plenamente en Colombia. Con este decreto se hace claro también el apoyo general a la labor que ha venido realizando el Concejo Técnico de la Contaduría Pública y sus comités técnicos ad-honorem, pero hay que ir más allá. Esto significa que el Gobierno no puede quedarse sólo con esta acción en pro de las IFRS, sino demostrarle a todo el público que este cambio, a pesar de presentar un duro trabajo, traerá muchos beneficios para todas las empresas.
¿A qué se refiere el decreto cuando se habla de IFRS pleno? Siempre se había dicho que la norma colombiana iba a converger, lo que significa que en temas de normas contables las empresas colombianas tendrían principios contables colombianos que de una u otra forma serían emular las IFRS, pero no cumplirlas a cabalidad. Si permitimos no adoptar unas IFRS plenas tal cual las emite el IASB ( Junta de emisores de IFRS), estaríamos yendo en contra de nuestra idealización y seguridad de tener una economía globalizada. Nos jactamos de tener un país con una economía de grado de inversión, de acuerdo con las tres grandes calificadoras de riesgo y de tener diferentes tratados de libre comercio, que a la hora de la verdad, no podrá añadirse al mundo globalizado si mantenemos normativa colombiana independiente a la internacional.
La adopción voluntaria anticipada y sus beneficios
La fecha límite que tuvieron las empresas para acogerse a esta adopción anticipada fue el 13 de enero de 2012, y para quienes no lograron cumplir con este plazo, perdieron la oportunidad y beneficios que el Gobierno asegura a través de este decreto. Las compañías colombianas que adopten tempranamente el IFRS, podrán ir en búsqueda de deuda pública mucho más barata, no sólo en el mercado internacional latinoamericano, sino también en EE.UU., Canadá o Europa”. Los requerimientos que son exigidos a una compañía para hacer una emisión pública inicial, es que primero muestre suficiencia financiera, y si el interés está en el exterior, no se puede presentar unos estados financieros con normas colombianas, sino unos estados financieros internacionales, es decir, con la aplicación de IFRS. Uno de los grandes beneficios de este decreto, es que el Gobierno está facilitando a las compañías que se acogieron, a acortar el camino hacia la búsqueda de capital o deuda internacional, por supuesto a un menor costo. Es claro que tanto los reguladores internacionales como las entidades financieras internacionales están solicitando como soporte de la suficiencia financiera de las compañías, unos estados financieros de clase mundial. IFRS es la respuesta a este requerimiento..
Estas empresas que van a lograr aplicar anticipadamente las IFRS, generarán un efecto multiplicativo que provocará que las compañías puedan internacionalizarse poco a poco en los próximos años. Colombia tiene una economía que se mueve constantemente y que tiene un alto nivel de inversión extranjera, sin dejar de lado que las compañías nacionales también están invirtiendo en el exterior, lo que fomenta un mucho más la globalización de nuestras empresas. Al presentar la información financiera en IFRS, no solo facilita el acceso a las diferentes bolsas de valores del mundo, sino también reduce los costos de los recursos y facilita los créditos sindicados con entidades financieras, con tasa de interés mucho más baja. Hay muchas compañías que quieren buscar deuda pública internacional, si estas compañías tienen IFRS podrán hacerlo también en el mercado internacional de forma más expedita. Y cómo lo pueden hacer, siguiendo una serie de requerimientos entre los que se encuentran IFRS.
Se podría inferir entonces, que con la emisión de este decreto, el Gobierno colombiano busca ayudar a las compañías en ese proceso de internacionalización desde el punto de vista técnico. Esto no puede llegar en mejor momento, ya que tenemos la factibilidad de aplicación de IFRS en Colombia y además el apoyo decidido del Gobierno en esta iniciativa.
En síntesis podemos resaltar los siguientes puntos del decreto:
1. Por mucho que sea criticado el Gobierno, ha demostrado un apoyo a través de un decreto reglamentario de la aplicación de las IFRS con base en lo que dice también la Ley 1314.
2. Muchas grandes compañías se acogieron a este plazo y estarán adoptando IFRS pleno.
3. El Gobierno con esta iniciativa se preparará previamente, antes de que el cambio sea obligatorio para todas las compañías. Tendrá la oportunidad de adaptar su proceso de fiscalización y de regulación, de entender de qué se tratan las cifras, de entender cuáles serán los impactos, de conocer cuáles son las diferencias entre la parte fiscal y la parte contable (descrita en la Ley 1314), entre otros desafíos.
A pesar de que este decreto, resulta ser un punto a favor en materia de IFRS en Colombia, todavía hay muchas empresas que no están preparadas y que no lo ven como un cambio inminente. Esto se debe posiblemente a que no han recibido una notificación formal por parte de las Superintendencias ni por parte del Concejo Técnico, entes que no están en responsabilidad de hacerlo tampoco. Acciones como la creación de este Decreto deberían ser suficientes para iniciar el trabajo necesario en cada empresa, ya que no es un cambio sencillo. La aplicación de IFRS involucrará a toda la organización, y no se limitará sólo a cambios técnicos contables, sino que también se presentarán desafíos en materia de Sistemas de Información, en materia de Procesos, de Administración del Cambio.
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