Luego de muchas interpretaciones técnicas y legales, las empresas en Colombia están casi listas para empezar a reportar su información financiera bajo estándares internacionales luego del mandato de la Ley 1314 de 2009 y de los decretos reglamentarios de la misma. Las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) han traído consigo muchos desafíos para las empresas en el país. Muchas de ellas han venido trabajando muy juiciosamente en esta materia, pero muchas otras han desestimado la convergencia a estos estándares internacionales.
Mucho ha pasado en los últimos años en materia de NIIF ( o IFRS por sus siglas en inglés) para el caso colombiano, pues aquella intención explícita de la Ley 1314 de 2009, ha venido teniendo interpretaciones por parte de los supervisores, Consejo Técnico de la Contaduría Pública, agremiaciones y de profesionales contables de la empresas obligadas a llevar su contabilidad en este lenguaje y que hoy día se le conoce en mejor como NIF en lugar de NIIF. Esto es algo que lógicamente iba a pasar, pues se han venido dando interpretaciones que no se alinean perfectamente con las NIIF, tal como las emite el IASB, quien es el máximo órgano que las promulga con sede en Londres. A cambio de ello, se han venido informando sobre la marcha y sin la divulgación suficiente, las fechas de presentación de información financiera y de tratamientos contables que, en algunos casos, no guardan relación con las NIIF tal como las emite el IASB.
Es por esto que el modelo colombiano de reporte financiero ha venido convergiendo a NIIF, pero está lejos aún de ser comparable con el modelo contable internacional. Esto se podría obviar si y sólo sí, se reforma de manera estructural el Código de Comercio y demás normas o leyes que tienen una injerencia manifiesta en la contabilidad. El día que se haga una agenda para recopilar las leyes, decretos y circulares que aludan el tema contable y que se deroguen y se reemplacen por normas contables, podríamos estar mucho más tranquilos ya que las interpretaciones legales dispuestas que hacen referencia a la contabilidad, dejarán de ser un problema para el reporte financiero y por supuesto para los tomadores de decisiones, interesados clave, supervisores, auditores y dueños.
Aunado a esto, ha venido proliferándose una nueva generación de “profesionales” mal llamados expertos en NIIF que desinforman a sus clientes y los hacen cometer errores significativos. La realidad es que en temas de NIIF no hay un experto único en el mundo entero. Los habrá en temas específicos de las NIIF, pero querer vanagloriarse o llamarse experto es más que atrevido, ya que hay que recordar que se necesita un conocimiento holístico en materia contable y que va más allá de la contabilidad. Pero es interesante ver cómo administradores, economistas, financieras, ingenieros y hasta abogados, se han venido especializando en NIIF, pero en el fondo no son expertos en contabilidad, pues esa no es su área de influencia.
Por otro lado, también es interesante ver a profesionales contables que sólo ven lo contable y no tienen una visión periférica de la transacción, pues es eso lo que realmente es importante. El mensaje que debo hacer inferir en mis lectores es entonces que este no es un trabajo de una persona o de un sólo profesional, cualquiera que sea su área de influencia, sino de un trabajo en equipo y un equipo realmente multidisciplinario donde el líder debe ser el Contador Público quien con su conocimiento contable profundo, logrará dirimir las interpretaciones de los demás coequiperos, que en muchas ocasiones se dejan llevar más por su ego que por lo que puedan aportar al equipo.
El proceso de convergencia debió ser más un proceso como lo denominó Supersociedades: de Construcción conjunta. No obstante, estamos lejos de ello, pues las agremiaciones o poco entienden de los temas de NIIF o no lo saben abordar en el cabildeo con los reguladores y supervisores. Por otro lado, las empresas han venido sufriendo del mismo mal de las agremiaciones, con el agravante de que se exponen ante el supervisor. Definitivamente las empresas ven cada vez con más lejanía la ayuda que se merecen. Aquí es donde existe una oportunidad de mejora de parte de las superintendencias de modo que le puedan brindar ayudas prácticas a las empresas y que éstas se traduzcan, inclusive en la revisión de las fechas de reporte.
La ausencia de divulgación a los interesados clave de la información financiera conocidos en el argot internacional como “stakeholders” (entidades o personas que toman decisiones con base en los resultados financieros que se reflejan en los estados financieros de las compañías) por un lado y por otro los “shareholders” (accionistas, socios o dueños simplemente) ha sido una de las causas raíces delas contingencias operativas y de reporte en las que se encuentran inmiscuidas las empresas en Colombia por esta época. Hay que decir también que aquellas empresas que no le dieron el nivel adecuado al proceso de convergencia, son quienes deben afrontar las contingencias mayores y sobretodo los administradores y las juntas directivas cuando menospreciaron el proceso o lo dejaron en manos de profesionales “expertos” en NIIF por ahorrar honorarios. ¿Fue buena la opción?
Por: Felipe Jánica Vanegas
Socio de Aseguramiento de EY Colombia
Líder de FAAS
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