domingo, 17 de mayo de 2015

Construyamos un mejor país para trabajar y vivir... Liberémonos de los regionalismos

Construyamos un mejor país para trabajar y vivir... Liberémonos de los regionalismos
Cuando investigo, leo y escribo acerca de lo que puede ser el territorio colombiano en materia de desarrollo económico y social, debo ser consciente, además congruente con lo que pienso digo y escribo, y es por eso quizá que poca importancia le doy a las remembranzas porque es eso lo que en realidad pasó y desafortunadamente ya no se puede cambiar.


No obstante, es inexorable que al recabar el pasado se evidencia que la realidad de desigualdad económica y social actual de nuestra querida patria, tiene sus génesis en las decisiones económicas que favorecieron a ciertos territorios nacionales, especialmente a la región Central y a Antioquia y el eje cafetero.


Debo ser congruente en mi pensamiento y es por eso que  seguiré pensando que ya nada puede hacerse con el pasado, pues Dios quiso que así fuera. Entonces, lo que hay que revisar de ese pasado es qué se pudo o qué debemos aprender para vivir un mejor presente. Y es eso lo que realmente es importante. No se puede estar viviendo de lo que pudo ser porque no se va a poder cambiar. Lo que sí podemos hacer es pensar en el presente y aprender de lo bueno, lo malo y lo feo que nos dio el pasado económico y social en Colombia. Un ejemplo de ello es la distribución desigual del gasto público. En eso hubo muchos pocos que se beneficiaron y una inmensa mayoría que les tocó pagar por cuenta de esos pocos.


En esta entrevista, tomada de El Heraldo,  que le hace a uno de los codirectores del Banco de la República (Banco Central de Colombia) se pone el dedo en la llaga sobre situaciones que marcaron un hito en materia de desigualdad y que gracias a ellos no se ha podido quebrar las barreras culturales, económicas y sociales del país del sagrado corazón. El caso del metro de Medellín que financió el Gobierno Nacional y que benefició a los medellinenses es uno de los ejemplos más representativos.


A mi gusto, las tendencias regionalistas - estúpidas por decirlo en palabras castizas- se han venido alimentando a lo largo de la historia colombiana. La ausencia de coraje para dirigir en el sector público y en casos aislados del sector privado, han sido caldo de cultivo para alimentar una tendencia social y económica que hoy día no hemos podido romper. No sólo en lo económico, pero en lo social y hasta en lo deportivo también se evidencia este tipo de comportamientos, pues la violencia en los estadios de fútbol colombianos se ha venido originando no sólo por las diferencias de estilos de juego sino también por las diferencias alimentadas por una sociedad que saca pecho de lo bien que se vive en sus regiones de origen y con esto lo que hacen es alimentar no sólo su diablo interior ( su ego) sino que también alimenta la ira de la contraparte, lo cual genera, en el mejor de los casos, insultos verbales y más adelante en riñas y hasta eventos mortales.


Pues no se trata de hablar del pasado ni mucho menos, pero sí es bueno revisarlo para mejorarlo y en algunos casos erradicarlo. Para vivir un mejor presente debemos darle ejemplo a las generaciones futuras quienes serán responsables del porvenir. Para ello, sigo convencido que debemos despojarnos del regionalismo salvaje colombiano. Si hay algo que he aprendido bien en la vida es del dicho "de esta agua no beberé" y de " el pez muere por la boca", pues hoy día vivo en Bogotá siendo un bogotano enamorado por una ciudad fantástica y que me ha dado a mis hijos, también trabajo con paisas, vallunos, costeños, llaneros, y santandereanos, tierra que me regaló a mi amada esposa. Además con la tendencia global de la economía colombiana, es más factible que nos identifiquen como colombianos por tener una miss universo que seguramente nadie en el exterior identifica como barranquillera, o es que la selección Colombia de fútbol es paisa o valluna? no es colombiana y así nos debemos comportar


Todo lo que debemos hacer es tener coraje para dirigir, ser entusiastas, enérgicos, trabajar con integridad, respecto y sobre todo trabajo en equipo, un equipo sin sesgo regionalista y sobre todo construyendo relaciones basadas en fundamentos de confianza y siempre haciendo el bien y sin mirar a quién. Definitivamente podemos construir un mejor mundo para trabajar, una mejor Colombia para vivir.


Entrevista del economista e historiador barranquillero Adolfo Meisel, co-director del Banco de la República
http://www.elheraldo.co/local/los-antioquenos-se-llevaban-la-mermelada-con-todo-y-frasco-195718
 

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