viernes, 30 de enero de 2015

Economía, finanzas, administración y contabilidad: Realidad y algo más en el país del sagrado corazón...

Economía, finanzas, administración y contabilidad: Realidad y algo más en el país del sagrado corazón...
Ha corrido por mi mente muchas ideas sobre mi sentido profesional. Cómo puedo transformarme y ayudar a transformar. Definitivamente pensar hablar y escribir son hábitos que se fundan en una buena formación. Escribir sobre mis áreas de influencia profesional me hacen sentir cómodo y tranquilo, sobre todo cuando lo hago en temas en que me muevo como pez en el agua. Economía, finanzas, administración y contabilidad,  son el agua. Pero ¿Cómo se cruza el océano abierto y con aguas claras - aunque saladas- ?  O ¿#Soy capaz… de moverme en las aguas turbias del río Bogotá o del caño de la auyama en Barranquilla?  
La economía colombiana ha venido experimentando cambios significativos en los últimos años. Pasamos de un modelo “Cepalino” a un modelo “neoliberal”. Con ello nos vanagloriamos de tener una economía globalizada. Propio de este cambio la política monetaria se ha tenido que volcar a controlar no sólo, el desempleo y la liquidez de la economía y la inflación; sino la revaluación o – como ahora- la devaluación del peso colombiano frente al dólar estadounidense. Qué podemos decir de la internalización de los mercados, particularmente, la firma de acuerdos comerciales y tratados de libre comercio a nivel mundial. La calificación de riesgo del país no es cosa de poca monta. Por primera vez tenemos calificación de grado de inversión por parte de las tres calificadoras de riesgo. El mercado de capitales sigue en auge, aunque pudiera ser mejor si “Mila” llegase a funcionar como se planeó desde su génesis. Es inexorable que ahora afrontamos las consecuencias de la dependencia de bienes primarios. El precio del petróleo internacional se ha amangualado con dólar y ha puesto en aprietos a las compañías que ponen buena porción del PIB colombiano.
En materia financiera, hay mucho camino por recorrer. El mercado de capitales aún tiene liquidez y pareciera no estar aprovechándose de ello. Claro, la credibilidad se ha venido al suelo con los escándalos criollos ampliamente conocidos.  En la cátedra siempre hago referencia al famoso dicho colombiano: El colombiano nace con el pan debajo del brazo, aunque ya muchos estudiantes reclaman – con sentimiento regionalista y mamador de gallo- que en Medellín se nace con la arepa, en el Valle con el pan de bono y en la costa con el Bollo e yuca. Pues bien, en los países desarrollados nacen con dos cosas: Una póliza de seguro y con una acción o varias de una o varias compañías públicas. A mi gusto, esa es la piedra angular del porqué no hemos desarrollado las finanzas colombianas con un mejor espectro. Imaginemos que cada colombiano nazca con estas dos cosas adicionales al pan… Por supuesto estaríamos en otro nivel.
La administración ha cambiado de manera radical. Y es lógico, si cambian las generaciones y mejoramos la educación básica, los administradores tienen que adatarse para afrontar esta realidad. El meollo entonces es la administración de profesionales y técnicos desde las empresas. O más allá de ello, ¿Será que las nuevas generaciones han pensado en emprendimiento? Seguramente sí y sino, hay buena mano de obra calificada en nuestro país. El asunto es cómo administrarlo y es allí donde la administración y sus profesionales juegan un papel preponderante. De ello dependemos pues si no se administra bien el talento, las estrategias de las compañías no se cumplen.
Y de Contabilidad qué ha pasado de nuevo. Pues demasiado, hasta el punto que los contadores se están renovando como consecuencia de la obligación. Cuanto hubiera querido una transformación propia y no por obligación. Pero mi madre me enseñó a no hablar del pasado sino del hoy y hoy vivimos el lenguaje NIIF o IFRS por sus siglas en inglés. La cuestión aquí es que este sí que es un tema de todas las áreas que he mencionado, pero la que menos tiene que ver es esta: La contabilidad. Me he propuesto construir y no criticar en mi profesión, sobre todo en estos espacios. No obstante, hay que llamar la atención de cómo se vienen tomando decisiones en contra de la aplicación plena de las NIIF. En la columna anterior, mencioné sólo uso cuantos ejemplos. Lo grave de esto es que, las compañías colombianas que quieran buscar nuevos mercados internacionales deben ser conscientes de las galimatías asociadas al cumplimiento de las NIIF plenas para el mercado internacional y las NIIF colombianizadas que es lo que se está haciendo en Colombia.
De mi parte seguiré poniendo en práctica el poema de Rafael Pombo “el modelo alfabético”…

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