La libertad económica es fundamental para generar el ambiente propicio para la creación de empresas y atraer inversión a los países. Colombia fue calificada por la Fundación Heritage y ocupó el puesto 28 a nivel mundial y es segundo en la región. ¿En qué falla el país?
Desde su creación en 1995, el Índice de Libertad Económica ha registrado ejemplos de cambios en política pública que han mejorado el progreso y aumentado la prosperidad.
Este índice mide 10 libertades económicas agrupadas en cuatro categorías las cuales se distribuyen de la siguiente manera:
-Estado de derecho: derechos de propiedad, libertad frente a la corrupción
-Tamaño del gobierno: libertad fiscal, gasto público
-Eficacia reguladora: libertad empresarial, libertad laboral, libertad monetaria
-Apertura de los mercados: libertad comercial, libertad de inversión, libertad financiera.
Para la edición de este año, la Fundación Heritage reportó que la libertad económica aumentó a nivel mundial por tercer año consecutivo, alcanzando un nivel récord de 60,4 puntos frente los 60,3 de 2014 y 59,6 unidades de 2013.
A pesar del progreso global registrado en 2015, el número de personas que viven sin libertad económica es perturbadoramente alto: 4.500 millones de personas que representan el 65 % de la población mundial.
UN MUNDO NO TAN ‘LIBRE’
Los promedios regionales muestran que América del Norte lidera la lista con un promedio de 73,9 puntos, seguida de Europa (67), Medio Oriente y África del norte (61,6), Centroamérica y Sudamérica (59,7), Asia-Pacífico (58,8) y África Subsahariana (54,9).
De las 178 economías evaluadas en el Índice 2015, solo cinco alcanzaron altos puntajes, es decir, de 80 puntos o más, lo que las sitúa en la posición de económicamente “libres”.
Estas economías ofrecen entornos institucionales en los que las personas y empresas privadas se benefician de al menos un grado moderado de libertad económica.
Hong Kong sigue manteniendo su estatus de ‘economía más libre’, una distinción que ha logrado durante 21 años seguidos. Le siguen Singapur, Nueva Zelanda, Australia y Suiza.
En la región comprendida por Centroamérica y Sudamérica, todos, salvo ocho países, recibieron un puntaje de libertad económica entre 50 y 70.
Según el Índice, “los cimientos para el buen funcionamiento de la democracia de libre mercado siguen siendo frágiles debido a la corrupción generalizada”. A lo anterior se suma la débil protección de los derechos de propiedad y deficiencias como la ineficacia reguladora y la inestabilidad monetaria.
COLOMBIA, EL SEGUNDO MÁS LIBRE DE LA REGIÓN
El puntaje obtenido por el país es de 71,7 y lo en el puesto 28 a nivel mundial, precedido por Noruega y por delante de Corea del Sur
Este resultado subió un punto más que el año pasado, con mejoras en seis libertades económicas.
La Fundación Heritage destaca que, en los últimos cinco años, la libertad económica de Colombia ha aumentado en 3,7 puntos debido a los “impresionantes logros en la apertura financiera y comercial”.
Así mismo, la economía nacional se ha beneficiado del buen desempeño del sector petrolero durante los años 2013 y 2014 y de la disminución de la amenaza de riesgo, debido a que el Gobierno busca una salida negociada al conflicto.
Aunque para algunos resulta indiscutible que en la última década el país experimentó cambios en materia económica y política, el senador Iván Duque sugirió que los resultados del índice deben estudiarse de manera desagregada para “medir el verdadero avance”.
En términos del estado de derecho, el país logró la siguiente puntuación: derechos de propiedad (50) y libertad frente a la corrupción (36).
Colombia mantiene el puesto 94 del ‘ranking’ de percepción de corrupción.
El Índice muestra que la corrupción se produce en varios niveles de la administración pública. Especialmente, el sistema judicial sigue reflejando bajos niveles de desempeño.
Frente a la libertad fiscal (76) y el gasto público (80,3), Colombia obtuvo buenos resultados que la sitúan superior frente al promedio de la región y del mundo.
El reporte revela que la carga impositiva total es equivalente al 16,1 % del ingreso nacional, mientras el gasto gubernamental ha venido reduciéndose hasta alcanzar el 28,3 % del total nacional.
Al respecto, Duque considera que la eficacia gubernamental es baja debido a un desbordante aumento del gasto público, además “la desigualdad en el país permanece constante como consecuencia de que una gran parte de la inversión pública es económicamente improductiva”.
Con respecto a la eficacia reguladora, el análisis del Índice muestra que el registro de una nueva empresa supone por lo menos 10 procedimientos. Además, los requisitos para obtener licencias pueden necesitar bastante tiempo.
Por otra parte, el país se destaca porque el costo no salarial de contratar a un trabajador es moderado y la regulación de las horas de trabajo es relativamente flexible.
Así mismo, las subvenciones estatales se mantienen por debajo de los promedios regionales.
La libertad empresarial se ubica en el nivel de 81,5 puntos, la libertad laboral es de 81,7 unidades y la libertad monetaria alcanzó una puntuación de 80,1.
A pesar de estos resultados, el senador Duque cree que dichas libertades no tienen un buen desempeño en el país.
“Los cuellos de botella que enfrentan los industriales desde los procedimientos para abrir una empresa como las condiciones para mantenerse en el mercado son limitadas, en especial para las pequeñas empresas”, explicó Duque.
También el mercado laboral presenta inflexibilidades “que encarecen el proceso de contratación y favorecen la informalidad”.
En lo que tiene que ver con la apertura de mercados el país obtuvo los siguientes resultados: libertad comercial (81,2), libertad de inversión (80) y libertad financiera (70).
Colombia, tras ser miembro de la Alianza del Pacífico junto a Chile, Costa Rica, Mèxico y Perú, ha mantenido tasas arancelarias óptimas para este acuerdo comercial.
No obstante, Duque cree que la estructura de los tratados comerciales vigentes con otros países pone “en una situación desventajosa al mercado interno.
Además, los inversionistas extranjeros y locales son tratados por igual ante la ley, lo que ha permitido que las líneas de crédito se adjudiquen en condiciones de mercado. Sin embargo, el acceso a la financiación a largo plazo puede resultar difícil.
¿LIBERTAD PARA HACER NEGOCIOS?
Para Felipe Jánica Vanegas, socio de la firma consultora EY, hacer negocios en el país depende del tamaño de la empresa o compañía que se establece.
“Si hablamos de inversión extranjera, es relativamente fácil. Por lo general las grandes corporaciones que invierten en el país y que generan empleo directo e indirectos, obtienen el acompañamiento del Estado”, indicó Jánica.
Pero si se ‘habla’ de emprendimiento, hacer negocios en Colombia resulta ser todo un desafío.
El acompañamiento del Estado en consultoría y motivaciones para creación de empresas es pobre y deficiente.
“En materia de compañías pequeñas que quieren empezar a exportar, la divulgación por parte del Gobierno es relativamente insuficiente en comparación con lo que se está haciendo en Perú”, comentó el consultor de EY a Portafolio.co.
Por su parte, Iván Duque señaló que la carga tributaria que soportan las empresas, en especial, las pequeñas y medianas, puede ser hasta de 100 % de sus utilidades.
“Los altos costos de energía, de transporte y logística, la dificultad para exportar e importar y la incertidumbre jurídica, además de encarecer el proceso productivo, dificultan la posibilidad de hacer negocios y de mantenerlos a través del tiempo”, finalizó Duque.
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