Prospectiva y análisis de las
posibilidades de éxito de la Alianza del Pacífico en los próximos años.
Felipe Augusto Jánica
Vanegas
Si se formulase la pregunta de qué tan beneficioso son los acuerdos de
integración económica o los tratados de libre comercio para las naciones
participantes, resultaría beneficioso conocer, en contexto general, qué son y
para qué sirven dichos acuerdos y de esta manera se podría acotar la respuesta.
Puede inferirse que las naciones y sus empresas se encuentran en la búsqueda incesante
de maximizar sus beneficios para los accionistas, siendo sostenibles social y
ambientalmente. Para ello, las naciones deben facilitar la competitividad de
los productos o servicios producidos en su territorio, tanto en el sector
privado como en el público. En tal sentido, la competitividad tal y como la
definió Alic (1997)
es la capacidad de las empresas de un país dado para diseñar, desarrollar,
producir y colocar sus productos en el mercado internacional en medio de la
competencia con empresas de otros países. Así pues, si se habla de mercados
internacionales, las naciones no pueden ser óbices a uno de los aspectos fundamentales del comercio
internacional de caras a mejorar la competitividad: Los aranceles y las tasas
impositivas. En búsqueda de la reducción de aranceles o eliminarlos por
completo para facilitar el comercio internacional, las naciones buscan
establecer integraciones económicas globales y regionales. Peng (2012), definió
sucintamente los beneficios políticos y económicos de la integración económica
global, de la siguiente manera. Beneficios políticos: (a) Promueve la paz al impulsar
el comercio y la inversión, (b) Genera confianza en un sistema comercial
multilateral. En cuanto a beneficios económicos: (a) Las disputas se manejan en
forma constructiva, (b) Las reglas hacen que la vida sea más fácil y la
discriminación imposible para todos los países participantes, (c) El libre
comercio y la inversión incrementan los ingresos y estimulan el crecimiento
económico.
En el contexto de los
beneficios de la integración económica global y regional hay que mencionar que
existen muchos desafíos, sobre todo en materia de competitividad, productividad
y ventajas comparativas. Respecto de la productividad Levitan (1984) la definió
como un indicador que refleja qué tan bien se están usando los recursos de una
economía en la producción de bienes y servicios. Así pues, la productividad de
una nación o de una empresa es la que se refiere a la relación entre los
recursos – humanos, de capital, conocimientos, energía, entre otros, usados
para producir bienes y servicios con destino al mercado. En concordancia con la
competitividad y la productividad, se puede inferir que cuanto más acuerdo
firmados tenga una nación, más posibilidades de que la producción de bienes y
servicios se globalice.
Con un acuerdo de
integración económica o tratado de libre comercio no solo se pone en juego el
comercio de bienes y servicios, sino también la libre movilidad de los
ciudadanos, lo cual facilita el intercambio laboral y el capital. Al respecto Daniels,
Radebaugh, Sullivan, (2013) indicaron que la integración regional, por ejemplo,
tiene efectos sociales, culturales, políticos y por supuesto económicos. Así
las cosas, cualquier tipo de integración tiene sus pros y contras; no obstante,
estos acuerdos refrescan las relaciones entre las naciones partícipes por
cuanto facilitan el intercambio, sobre todo cultural. Muchas barreras pueden
surgir producto de estas integraciones; sin embargo, en la medida que en que
las naciones se preparen antes de firmar los acuerdos, mejores serán los
resultados, pues podrán sacar provecho de sus ventajas comparativas y de esta
manera maximizar sus resultados. Daniels, Radebaugh, Sullivan, (2013),
definieron como ventaja comparativa la teoría según la cual la eficiencia
global puede elevarse como resultado del comercio si un país se especializa en
los bienes que puede producir de manera más eficiente (sin importar que otras
naciones fabriquen los mismo productos incluso con mayor eficiencia). Así las
cosas, en la medida en que las naciones intensifiquen y especialicen sus bienes
y servicios, tendrán ventajas comparativas con relaciones a sus competidores,
sin importar el tamaño del mismo.
Los beneficios que logran las empresas establecidas
en territorios de las naciones que firman estos tratados o acuerdos de
integración, pueden ser tan exitosos como riesgosos. Por el lado del éxito se
puede inferir que cuanto más competitivo, productivo y comparativo el producto
o servicio intercambiado, mejores serán los beneficios, los cuales se
traducirán en mejores dividendos para sus accionistas, donde uno de los mayores
es el Estado donde tenga obligaciones tributarias. En contraste, cuanto menos
preparados, menos competitivos y menos comparativos, en términos de ventajas
para este último, sean sus productos y servicios, se correrá el riesgo de que se pierda participación del
mercado actual frente a competidores mejor preparados y especializados. A esto
lo denominaron los autores Daniels, Radebaugh,
Sullivan (2013), efectos dinámicos y estáticos de la integración.
Conociendo
sucintamente lo que puede representar para las naciones del mundo en materia de
integración económica o tratados de libre comercio, resulta necesario hacer
énfasis en el que es considerado el acuerdo más relevante en Latinoamérica: La
Alianza del Pacífico. Al respecto se puede resaltar que relativamente poca
importancia se le ha dado a la Alianza del Pacífico, por lo menos en Colombia. Esta
Alianza refleja la ambición de cuatro países (México, Colombia, Perú y Chile)
de caras a la globalización, pero sobre todo a mejorar su competitividad,
productividad y sus ventajas comparativas entre sí y de caras a los países de
Asia pacífico.
De acuerdo con el
informe reporte del índice global de competitividad de 2015 provisto por el
Foro Económico Mundial, la competitividad de estos países presentan desafíos
los cuales deben solucionar o enmarcarlos dentro de un plan estratégico de
caras a cerrar las brechas de los aspectos más problemáticos. Antes de iniciar
con la competitividad de estos países es necesario hacer referencia a cifras
relevantes de estos países. Para tal efecto la tabla 1 detalla los aspectos más
relevantes de estos países:
Tabla 1. Indicadores claves por países miembros de la Alianza del Pacífico al 2014
País
|
Población
|
PIB (US$ billones)
|
PIB per cápita (US$)
|
PIB(PPP) % del total del
mundo
|
Chile
Colombia
México
Perú
|
17.8
47.7
119.7
31.4
|
258.0
384.9
1,282.7
202.9
|
14,477
8,076
10,715
6,458
|
0.38
0.59
1.98
0.34
|
Fuente: Reporte del índice Global de competitividad del Foro Económico
Mundial (2015-2016)
Siendo quizá uno de
los más novedosos mecanismos de integración profunda, establecido por la
Declaración de Lima, suscrita por los presidentes de México, Colombia, Perú y
Chile, el 28 de abril de 2011 y cuyo instrumento fundacional es el Acuerdo
Marco de dicha alianza tetra-nacional, suscrito el 6 de junio de 2012 en
Antofagasta, Chile. En términos económicos este acuerdo, visto en su conjunto,
se posiciona como la octava economía mundial al contabilizar, una población de 214,1 millones de
personas que representa un PIB per cápita de US$16,500 (medido en “purchasing
power parity” o “PPP”), con un PIB acumulado de US$2,128,5 mil millones (más de
38 % del PBI de América Latina y El Caribe) y una tasa de crecimiento del PIB
de 3.8% en promedio para 2015, mayor al promedio global. Por otro lado, en el
año 2013 recibió el 44.1% de la inversión extranjera directa destinada a la
región, con un monto que alcanza los US$82.98 mil millones. En el año 2014, los
países de la Alianza del Pacífico obtuvieron una inflación promedio del 3.8%,
así como una tasa de desempleo promedio de 6.6%, mientras que su crecimiento
promedio fue de 2.8%, y en el año 2015 se prevé que crezcan en 3.8% en
promedio, por encima del promedio previsto para América Latina estimado en
1.7%, y que registren una inflación promedio de 3.1%.
El Acuerdo Marco
de la Alianza del Pacífico determina que, como parte fundamental del plan para
la consecución de sus objetivos, deben emprenderse esfuerzos dirigidos hacia la
liberalización del intercambio comercial de bienes y servicios, la libre
circulación de personas y capitales, y el desarrollo de mecanismos de cooperación
que fomenten las inversiones, así como el sostenimiento de la calidad de vida
de sus poblaciones. Tomando esto en consideración, los países miembros de la
Alianza suscribieron, a inicios del año 2014, un Protocolo Adicional al Acuerdo
Marco de la Alianza del Pacífico, en el cual definieron acciones y lineamientos
que buscan concretar los objetivos planteados.
En ese sentido, los
países miembros de la Alianza del Pacífico están completando su marco jurídico,
a fin de promover el logro de sus objetivos, sobre la base de sus pilares
fundamentales: la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas,
así como la cooperación. Para tales efectos, la Alianza del Pacífico ha estructurado
sus acciones en dieciséis grupos técnicos que están a cargo de los trabajos y
proyectos relativos a diversos temas íntimamente vinculados a los pilares
fundamentales de la Alianza, que posteriormente son validados por el Grupo de
Alto Nivel y por el Consejo de Ministros de la Alianza del Pacífico. Los
principales esfuerzos de dichos grupos técnicos en las temáticas que les
corresponden se desarrollan a continuación:
- Comercio e integración: Se han concentrado esfuerzos en las negociaciones que se puedan traducir en medidas que faciliten el comercio y la cooperación aduanera de sus miembros. Al respecto se han destinados esfuerzos tendientes a la desgravación arancelaria, la acumulación de origen referente de aquellos productos que contienen materiales originarios de algún otro país miembro siempre que el arancel aduanero sea 0% en todas las partes, la reducción de obstáculos técnicos al comercio y el lineamiento de medidas sanitarias y fitosanitarias.
- Servicios y Capitales: Dentro del ámbito de servicios y capitales, las acciones de la Alianza del Pacífico se han dirigido hacia la cooperación en inversión, comercio transfronterizo de servicios, servicios financieros, telecomunicaciones, transporte aéreo y transporte marítimo. Del mismo modo, se busca el fortalecimiento de la integración de las bolsas de valores de los países miembros, para tal efecto la Alianza busca fortalecer el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA- Unificación de las bolsas de valores de Colombia, Perú y Chile, a la cual podría sumarse México).
- Movimiento de personas: Uno de los ejes centrales de la Alianza es precisamente la libre movilidad de ciudadanos de los países miembros. Con ello, se facilitan los trámites migratorios, la cooperación consular, la cooperación estudiantil y laboral, y el intercambio de información sobre flujos migratorios.
- Cooperación: La Alianza del Pacífico busca fomentar la cooperación en aspectos que impacten de manera significativa en el desarrollo integral de la población de los países miembros y en el fortalecimiento tecnológico de sus industrias. En este sentido, el grupo de trabajo de cooperación tiene como propósitos centrales la consolidación de una plataforma de movilidad estudiantil y académica, la estructuración de una red de investigación científica en materia de cambio climático, la identificación y el aprovechamiento de sinergias para el aumento de la competitividad de las medianas, pequeñas y microempresas, la ejecución de proyectos de interconexión física, y la creación de un Fondo de Cooperación.
Con relación a la competitividad de estos
cuatro países, existen aspectos problemáticos que disminuyen su ranquin en escalafón
global del reporte del índice global de competitividad provisto por el foro
económico mundial con corte al 2015-2016. A propósito del mismo, Chile goza de
la mejor calificación en este índice ocupando el puesto 35 de un total de 140
países medidos. Por su parte, México es el segundo mejor ubicándose en el
puesto 57. Colombia por su parte ocupa el puesto 61 y cerrando el grupo de países
miembros está Perú ocupando el puesto 69. Lo interesante de este escalafón es
que cada país miembro tiene situaciones problemáticas en común que afectan significativamente
la posición en el escalafón total.
Uno
de los aspectos más problemáticos y comunes de las cuatro naciones miembros
tiene que ver con el pilar de “burocracia gubernamental ineficiente”. En este
aspecto cada una de las naciones debe centralizar sus esfuerzos hacia la construcción
de una agenda común de caras a minimizar este pilar que tanto daño le hace a
sus economías. Para ello, debe proponerse una agenda programática común en la
que se compartan informaciones y se establezcan un plan tendiente a combatir
este asunto que tiende a convertirse en un mal endémico. Junto con este pilar
hay común para las naciones de la Alianza excepto Chile y es el de corrupción. Al
respecto, los estados y no los Gobiernos de estas naciones, deben plantearse
cambios estructurales a través de reformas estructurales donde el eje principal
sea la productividad y emprendimiento y en donde se vinculen veedores
internacionales con el ánimo de garantizar la transparencia del proceso. México,
por ejemplo, está embebido dentro de una ambiciosa reforma estructural en áreas
como energía, telecomunicaciones, mercado financiero, educación y mercado
laboral, que de implementarse correctamente, podrían adicional 1 o 2 puntos
porcentuales a su PIB, según lo indica la revista The Economist. En este
aspecto es donde no sólo México sino el resto de países miembros habrían podido
trabajar conjuntamente y de esta forma buscar sinergias, tal y como se
establece en el pilar de cooperación de la Alianza.
Es
por eso que esta Alianza, no puede ser vista como una ilusión más. Para ello, los
Estados participantes deben generar la divulgación necesaria para que los
emprendedores se enteren de lo que está pasando en materia de acuerdos
comerciales. En economías globalizadas, como la de los países miembro, los Estados
deben propender porque los empresarios, de cualquier tamaño, busquen
alternativas de crecimiento económico para sus empresas, que inherentemente
redundará en un mejor retorno de inversión, donde uno de sus principales
accionistas son los Estado.
Sobre
qué tanto se sabe o se desconoce de los acuerdos comerciales internacionales
actualmente vigentes, los gobiernos de estas naciones deberían tener
trazabilidad. No necesariamente por las estadísticas de las instituciones previstas
para tal efecto, sino de qué tanto se conoce en la ciudadanía de los mismos.
Ese es el punto, pues la divulgación de acuerdos como éste ha sido tímida. Es
por eso que el Estado debe dejar establecido los mecanismos de comunicación
efectiva que permitan promover las ventajas que conlleva la firma de cualquier
acuerdo. En palabras sencillas, se debe comunicar a los empresarios cuáles o
qué productos o servicios podrían tener una ventaja competitiva en el mercado
internacional como consecuencia de los tratados.
Una
comunicación sencilla y franca en la que se “evangelice” debe iniciar de
inmediato. No se debe esperar a las ruedas de negocio. Se necesita mejor
preparación de nuestros empresarios, empezando por estar holísticamente
informados. Los empresarios deben conocer, de primera mano, los pros y contras
de las exportaciones de sus productos o servicios. Esa es la oportunidad que el
Estado debe promover, pues si se “evangeliza” a los empresarios, seguramente
podrán encontrar nuevas oportunidades para sus productos. También se fomenta un
nuevo emprendimiento con innovación de productos o servicios y/o sustitutos. Para
poder lograr que la Alianza del Pacífico y otras alianzas se traduzcan en
oportunidades y no en ilusiones, se debe pensar en al menos una divulgación
clara y sencilla a los emprendedores. Esta comunicación debería tener en cuenta
al menos, los siguientes puntos y de manera resumida: 1. Una comparación de
mercados, competidores y de productos sujetos al acuerdo y de las regulaciones
de cada nación, incluyendo lo tributario; 2.Estadística comparativa de
productos o servicios, pormenorizada, que permita dar a conocer los pros y
contras de su comercialización así como los incoterms
propios de la comercialización internacional y 3. Información clara sobre
financiación disponible incluyendo acceso al mercado de capitales locales.
Lista de referencias
Daniels, Radebaugh, Sullivan (14ª edición). Negocios
Internacionales. Ambientes y Operaciones.
Guía de negocios e inversiones de
la Alianza del Pacífico (EY 2015/2016)
Negocios Globales (segunda edición) Peng.
María Eugenia Martínez
de ITA. El concepto de productividad en el análisis económico
Reporte del índice Global
de Competitividad provisto por el Fondo Monetario Internacional (2015-2016)
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