http://www.elespectador.com/opinion/colombia-busqueda-de-competitividad
A propósito del reciente reporte sobre el índice global de competitividad provisto por Foro Económico Mundial (FEM o WEF, por sus siglas en inglés), es un aliciente que Colombia haya escalado ocho puestos en los últimos dos años (tres con respecto del reporte de 2013 y cinco con respecto al reporte de 2014).
De acuerdo con el informe, Colombia tiene aspectos que son demasiado problemáticos y que aminoran la posibilidad de ser cada vez más competitivos. Según el informe mencionado, los tres aspectos más problemáticos son: Tasa impositiva, corrupción e infraestructura. En materia de tasa impositiva, debo mencionar que no es posible atraer inversión extranjera directa sino somos competitivos en materia impositiva. Es que el Estado no debe suplir el déficit fiscal - cada día más creciente - con el mayor pago de impuestos, no sólo para las empresas locales y extranjeras, sino para los ciudadanos de a pie. Junto con el tema de impuestos, se puede atar el segundo asunto más problemático, según el informe, y es el que tiene que ver con la corrupción. Según el informe, la corrupción es un flagelo similar al del orden público. Hasta cuando este karma acompañará a los colombianos y a los que tienen sus inversiones en el país del Sagrado Corazón. El tercer aspecto más problemático es la ausencia de infraestructura de clase mundial. Es aquí en donde tenemos una oportunidad inminente, claro está que si se le incluyen más impuestos y más corrupción, poca sería la maniobrabilidad de los inversionistas.
Muy a pesar del avance significativo de la economía colombiana en lo que respecta a competitividad, existe mucha tela por cortar en esta materia. Al hablar de competitividad no sólo para las exportaciones sino para el mercado local, podemos observar con preocupación el rezago en materia de infraestructura del país. Lejos estamos aún de tener una infraestructura de clase mundial; sin embargo, comienza a aparecer la luz al final del túnel con la construcción de las carreteras de cuarta generación (4G). No obstante, no bastará con la construcción de carreteras, sino de hacernos más competitivos con la construcción de un sistema de transporte interconectado por agua (fluvial y marítimo), tierra (carretero y férreo) y aéreo, siendo este último el menos competitivo por lo elevado de los costos.
Con la construcción de un sistema de transporte multimodal en Colombia, del cual estamos lejos aún, podríamos seguir escalando puntos importantes en el índice global de competitividad. Específicamente, podríamos mejorar significativamente en el pilar de eficiencia en el mercado de productos, justo uno de los pilares en los que más mal estamos (puesto108 de 140). Estoy convencido que con una ausencia de un sistema de transporte multimodal nos privaríamos de oportunidades, en las que se incluye mejorar en innovación y emprendimiento.
Colombia, a diferencia de sus países pares en la región como Perú y Chile, tiene una posición geográfica inmejorable. Por ejemplo, tener accesos tanto a la cuenca del océano pacífico como del atlántico, es algo en lo que realmente debemos apalancarnos. Para ello, es necesario que mejoremos la infraestructura en materia de puertos y que éstos sean cada vez más eficientes. Si bien es cierto tenemos desafíos importantes en materia de puertos, el reto más significativo es en cómo podríamos conectar ambas costas y hacer posible la construcción de un canal seco en el que se combine el transporte multimodal. Puede ser una quimera para muchos, pero la verdad es que si no somos innovadores en materia de infraestructura, podríamos estar perdiendo una oportunidad única para saltar a un desarrollo económico.
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