martes, 19 de mayo de 2015

Opiniones sobre implementación de NIIF en Colombia

Tomado de el Colombiano:


El modelo colombiano de reporte financiero por parte de las diferentes empresas ha venido convergiendo hacia las Normas Internacionales de Información Financiera (Niif), pero a juicio de los expertos, la tarea, está lejos aún de ser comparable con el modelo contable internacional.


El pasado primero de enero las grandes empresas (entidades bancarias, compañías de seguros y, en general, las firmas vigiladas por la Superintendencia Financiera y las compañías controladas, es decir las que tienen acciones o títulos de deuda negociados en la Bolsa de Valores de Colombia), debieron adaptarse y empezar a cumplir la normativa que empieza a reflejarse en los reportes del primer trimestre del año.
Cristóbal Uribe Castellanos, socio de la firma de contadores públicos Amézquita & Cía, explicó que en el caso de Ecopetrol, que el martes anterior reveló sus cifras, se pudo evidenciar alguna variación en la cuenta de propiedad, planta y equipo. “Esa propiedad tiene que ser valuada a valores comerciales, de mercado o de uso, y en eso hubo una gran diferencia”.
En efecto, mientras en el primer trimestre de 2014 el rubro de propiedad, planta y equipo de Ecopetrol llegó a 56,5 billones de pesos, en igual periodo de este año la cifra fue de 59,8 billones, es decir 3,3 billones de pesos más.
“La depreciación, en el futuro, podría aumentar o disminuir, lo que patrimonialmente tendrá unos impactos importantes para la compañía por los nuevos valores que anteriormente no se reconocían”, añadió el experto.
Sobre el eventual efecto de las Niif en el estado de ganancias o utilidades de las distintas sociedades, Uribe lo descartó. “En este momento no, es el primer balance o de apertura y tal vez haya algo más adelante”.
Una visión similar compartió Felipe Jánica Vanegas, socio de la firma de servicios profesionales EY Colombia, quien precisó que el impacto se notó en el patrimonio, “una cuenta que no es indicativa de la rentabilidad de la compañía”.
Para este analista, las Niif están basadas en valoraciones de activos “fair value” o el valor justo que las compañías pueden pagar por realizar sus activos y esto va en contravía de un costo base de la contabilidad colombiana, que es el costo histórico.
“El ejemplo clásico son los activos fijos que en el país tienen vidas útiles atadas a normas fiscales y esas normas difieren del “fair value”, porque pueda pasar que la utilidad sea más larga de lo que dictan las consideraciones fiscales. Así, mientras en la norma local hay un activo totalmente depreciado, por Niif este puede registrar algún valor”, aclaró Jánica.
Otro ejemplo, es la aparición de pasivos más altos de los que se contabilizaban con las anteriores disposiciones. “Allí podemos mencionar el caso de beneficios a los empleados, así un lustro que se le paga como bonificación al empleado, provoca que la empresa deba reconocer ese beneficio y llevarlo a la cuenta de pasivos, y eso antes no ocurría”.
En el caso de Ecopetrol ese aspecto no mostró una variación significativa, pues mientras en los tres primeros meses de 2014 la cuenta de provisiones no corrientes por beneficios a empleados llegó a 4,27 billones entre enero y marzo de este año se ubicó en 4,19 billones de pesos.
Además de las grandes firmas clasificadas en el Grupo 1, las personas naturales o jurídicas que cumplen ciertos criterios establecidos en el artículo 499 del Estatuto Tributario y las microempresas hacen parte del llamado Grupo 3, y este año también debió acoger y adaptarse a las Niif.
Cuello de botella
Los expertos de Amézquita & Cía sostuvieron que Colombia es tal vez de los últimos países latinoamericanos que inició un proceso de convergencia hacia los estándares internacionales de información financiera, pues ya la mayoría de países suramericanos, del área centroamericana y de El Caribe (excepto Cuba), vienen aplicando las Niif.
Vivian Amézquita, gerente de la firma de contadores, recordó que la composición societaria en Colombia está soportada en un 95 por ciento en las pequeñas y medianas empresas (pymes) o Grupo 2, que también debe adaptarse y tiene en este 2015 el año de transición para que en 2016 aplique, en pleno, la normatividad Niif. Pero, ¿están haciendo esa tarea los pequeños y medianos empresarios?
Néstor Jiménez Jaimes, consultor de Niif y socio de Grant Thornton, consideró que a las pymes “las cogió la noche” en la aplicación de esa normatividad y aseguró que gran parte de las sociedades del Grupo 2 ni siquiera han empezado el proyecto que debieron haber arrancado el año pasado con el diagnóstico y la preparación de las políticas contables.
“Están bastante atrasados, porque en este momento deberían hecho una implementación y elaborando los comparativos con respecto a lo que venían manejando. En junio y julio deben mandar reportes a la Superintendencia de Sociedades y el tiempo que queda es corto”, agregó.
Durante un taller organizado por la Cámara de Comercio del Aburrá Sur, dirigido a pequeños y medianos empresarios sobre el balance con estándares internacionales, Jiménez insistió en que “lo importante es que empiecen ya, que no esperen más tiempo para determinar cuáles son los efectos y los cambios más importantes que deben aplicar en la presentación de sus estados financieros a partir de 2016”.
En opinión del especialista, las cuentas más relevantes para el caso de las pymes, son las relacionadas con los inventarios (la asignación de los costos es diferente), la cuenta de propiedades, plantas y equipos (dado que es necesario establecer cuál es la vida útil de estos activos) y las cuentas de los contratos de arrendamiento (se debe establecer si cumplen ciertos requisitos para determinar si se deben incorporar a los estados financieros). “En estas tres cuentas está lo más grave y lo más relevante para las pymes”.
A su turno la presidenta Ejecutiva de la Cámara de Comercio del Aburrá Sur, Lillyam Mesa Arango, dijo que de las 30.000 empresas debidamente registradas en la Cámara, unas 3.500 son pymes, que deben cumplir con la aplicación con la adopción de las Niif.
“Se hace indispensable para el mercado poder manejar información financiera que cumpla con las características de comparabilidad, transparencia y confiabilidad para promover la competitividad de las empresas en el marco de la globalización”, indicó Mesa Arango.
Finalmente, Jánica advirtió que en Colombia la contabilidad no se modifica desde hace 25 años, con el Decreto 2649 de 1993 (reglamento general de contabilidad), mientras las Niif se pueden modificar, incluso, mensualmente.
“Así como la dinámica económica va cambiando, la dinámica del registro de esas transacciones tiene que ir cambiando y nos vamos a estar enfrentado a un nuevo hito en materia de reportes financieros y a un nuevo análisis por parte de los interesados claves de las empresas”, expresó.
Aunque las compañías grandes ya han dado el paso de ajuste a las Niif, los expertos reconocen que la labor no ha sido fácil porque se observa un cuello de botella en los sistemas de información, a los que tuvieron que adaptarse para llevar la contabilidad local y fiscal y cumplir la normatividad internacional. “Eso está complicando el trabajo para remitir la información como lo exigen las autoridades”, puntualizó Jánica.
Felipe Jánica Vanegas
Socio de Aseguramiento de EY Colombia
http://www.elcolombiano.com/negocios/empresas/pymes-estan-atrasadas-en-normas-financieras-HN1935382

domingo, 17 de mayo de 2015

Construyamos un mejor país para trabajar y vivir... Liberémonos de los regionalismos

Construyamos un mejor país para trabajar y vivir... Liberémonos de los regionalismos
Cuando investigo, leo y escribo acerca de lo que puede ser el territorio colombiano en materia de desarrollo económico y social, debo ser consciente, además congruente con lo que pienso digo y escribo, y es por eso quizá que poca importancia le doy a las remembranzas porque es eso lo que en realidad pasó y desafortunadamente ya no se puede cambiar.


No obstante, es inexorable que al recabar el pasado se evidencia que la realidad de desigualdad económica y social actual de nuestra querida patria, tiene sus génesis en las decisiones económicas que favorecieron a ciertos territorios nacionales, especialmente a la región Central y a Antioquia y el eje cafetero.


Debo ser congruente en mi pensamiento y es por eso que  seguiré pensando que ya nada puede hacerse con el pasado, pues Dios quiso que así fuera. Entonces, lo que hay que revisar de ese pasado es qué se pudo o qué debemos aprender para vivir un mejor presente. Y es eso lo que realmente es importante. No se puede estar viviendo de lo que pudo ser porque no se va a poder cambiar. Lo que sí podemos hacer es pensar en el presente y aprender de lo bueno, lo malo y lo feo que nos dio el pasado económico y social en Colombia. Un ejemplo de ello es la distribución desigual del gasto público. En eso hubo muchos pocos que se beneficiaron y una inmensa mayoría que les tocó pagar por cuenta de esos pocos.


En esta entrevista, tomada de El Heraldo,  que le hace a uno de los codirectores del Banco de la República (Banco Central de Colombia) se pone el dedo en la llaga sobre situaciones que marcaron un hito en materia de desigualdad y que gracias a ellos no se ha podido quebrar las barreras culturales, económicas y sociales del país del sagrado corazón. El caso del metro de Medellín que financió el Gobierno Nacional y que benefició a los medellinenses es uno de los ejemplos más representativos.


A mi gusto, las tendencias regionalistas - estúpidas por decirlo en palabras castizas- se han venido alimentando a lo largo de la historia colombiana. La ausencia de coraje para dirigir en el sector público y en casos aislados del sector privado, han sido caldo de cultivo para alimentar una tendencia social y económica que hoy día no hemos podido romper. No sólo en lo económico, pero en lo social y hasta en lo deportivo también se evidencia este tipo de comportamientos, pues la violencia en los estadios de fútbol colombianos se ha venido originando no sólo por las diferencias de estilos de juego sino también por las diferencias alimentadas por una sociedad que saca pecho de lo bien que se vive en sus regiones de origen y con esto lo que hacen es alimentar no sólo su diablo interior ( su ego) sino que también alimenta la ira de la contraparte, lo cual genera, en el mejor de los casos, insultos verbales y más adelante en riñas y hasta eventos mortales.


Pues no se trata de hablar del pasado ni mucho menos, pero sí es bueno revisarlo para mejorarlo y en algunos casos erradicarlo. Para vivir un mejor presente debemos darle ejemplo a las generaciones futuras quienes serán responsables del porvenir. Para ello, sigo convencido que debemos despojarnos del regionalismo salvaje colombiano. Si hay algo que he aprendido bien en la vida es del dicho "de esta agua no beberé" y de " el pez muere por la boca", pues hoy día vivo en Bogotá siendo un bogotano enamorado por una ciudad fantástica y que me ha dado a mis hijos, también trabajo con paisas, vallunos, costeños, llaneros, y santandereanos, tierra que me regaló a mi amada esposa. Además con la tendencia global de la economía colombiana, es más factible que nos identifiquen como colombianos por tener una miss universo que seguramente nadie en el exterior identifica como barranquillera, o es que la selección Colombia de fútbol es paisa o valluna? no es colombiana y así nos debemos comportar


Todo lo que debemos hacer es tener coraje para dirigir, ser entusiastas, enérgicos, trabajar con integridad, respecto y sobre todo trabajo en equipo, un equipo sin sesgo regionalista y sobre todo construyendo relaciones basadas en fundamentos de confianza y siempre haciendo el bien y sin mirar a quién. Definitivamente podemos construir un mejor mundo para trabajar, una mejor Colombia para vivir.


Entrevista del economista e historiador barranquillero Adolfo Meisel, co-director del Banco de la República
http://www.elheraldo.co/local/los-antioquenos-se-llevaban-la-mermelada-con-todo-y-frasco-195718
 

jueves, 7 de mayo de 2015

Llegó el momento de reportar en NIIF

http://www.apuertacerrada.com/empresarial/25676-llego-el-momento-de-reportar-en-niif.HTML


Luego de muchas interpretaciones técnicas y legales, las empresas en Colombia están casi listas para empezar a reportar su información financiera bajo estándares internacionales luego del mandato de la Ley 1314 de 2009 y de los decretos reglamentarios de la misma. Las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) han traído consigo muchos desafíos para las empresas en el país. Muchas de ellas han venido trabajando muy juiciosamente en esta materia, pero muchas otras han desestimado la convergencia a estos estándares internacionales.
Mucho ha pasado en los últimos años en materia de NIIF ( o IFRS por sus siglas en inglés) para el caso colombiano, pues aquella intención explícita de la Ley 1314 de 2009, ha venido teniendo interpretaciones por parte de los supervisores, Consejo Técnico de la Contaduría Pública, agremiaciones y de profesionales contables de la empresas obligadas a llevar su contabilidad en este lenguaje y que hoy día se le conoce en mejor como NIF en lugar de NIIF. Esto es algo que lógicamente iba a pasar, pues se han venido dando interpretaciones que no se alinean perfectamente con las NIIF, tal como las emite el IASB, quien es el máximo órgano que las promulga con sede en Londres. A cambio de ello, se han venido informando sobre la marcha y sin la divulgación suficiente, las fechas de presentación de información financiera y de tratamientos contables que, en algunos casos, no guardan relación con las NIIF tal como las emite el IASB.
Es por esto que el modelo colombiano de reporte financiero ha venido convergiendo a NIIF, pero está lejos aún de ser comparable con el modelo contable internacional. Esto se podría obviar si y sólo sí, se reforma de manera estructural el Código de Comercio y demás normas o leyes que tienen una injerencia manifiesta en la contabilidad. El día que se haga una agenda para recopilar las leyes, decretos y circulares que aludan el tema contable y que se deroguen y se reemplacen por normas contables, podríamos estar mucho más tranquilos ya que las interpretaciones legales dispuestas que hacen referencia a la contabilidad, dejarán de ser un problema para el reporte financiero y por supuesto para los tomadores de decisiones, interesados clave, supervisores, auditores y dueños.
Aunado a esto, ha venido proliferándose una nueva generación de “profesionales” mal llamados expertos en NIIF que desinforman a sus clientes y los hacen cometer errores significativos. La realidad es que en temas de NIIF no hay un experto único en el mundo entero. Los habrá en temas específicos de las NIIF, pero querer vanagloriarse o llamarse experto es más que atrevido, ya que hay que recordar que se necesita un conocimiento holístico en materia contable y que va más allá de la contabilidad. Pero es interesante ver cómo administradores, economistas, financieras, ingenieros y hasta abogados, se han venido especializando en NIIF, pero en el fondo no son expertos en contabilidad, pues esa no es su área de influencia.
Por otro lado, también es interesante ver a profesionales contables que sólo ven lo contable y no tienen una visión periférica de la transacción, pues es eso lo que realmente es importante. El mensaje que debo hacer inferir en mis lectores es entonces que este no es un trabajo de una persona o de un sólo profesional, cualquiera que sea su área de influencia, sino de un trabajo en equipo y un equipo realmente multidisciplinario donde el líder debe ser el Contador Público quien con su conocimiento contable profundo, logrará dirimir las interpretaciones de los demás coequiperos, que en muchas ocasiones se dejan llevar más por su ego que por lo que puedan aportar al equipo.
El proceso de convergencia debió ser más un proceso como lo denominó Supersociedades: de Construcción conjunta. No obstante, estamos lejos de ello, pues las agremiaciones o poco entienden de los temas de NIIF o no lo saben abordar en el cabildeo con los reguladores y supervisores. Por otro lado, las empresas han venido sufriendo del mismo mal de las agremiaciones, con el agravante de que se exponen ante el supervisor. Definitivamente las empresas ven cada vez con más lejanía la ayuda que se merecen. Aquí es donde existe una oportunidad de mejora de parte de las superintendencias de modo que le puedan brindar ayudas prácticas a las empresas y que éstas se traduzcan, inclusive en la revisión de las fechas de reporte.
La ausencia de divulgación a los interesados clave de la información financiera conocidos en el argot internacional como “stakeholders” (entidades o personas que toman decisiones con base en los resultados financieros que se reflejan en los estados financieros de las compañías) por un lado y por otro los “shareholders” (accionistas, socios o dueños simplemente) ha sido una de las causas raíces delas contingencias operativas y de reporte en las que se encuentran inmiscuidas las empresas en Colombia por esta época. Hay que decir también que aquellas empresas que no le dieron el nivel adecuado al proceso de convergencia, son quienes deben afrontar las contingencias mayores y sobretodo los administradores y las juntas directivas cuando menospreciaron el proceso o lo dejaron en manos de profesionales “expertos” en NIIF por ahorrar honorarios. ¿Fue buena la opción?
Por: Felipe Jánica Vanegas
Socio de Aseguramiento de EY Colombia
Líder de FAAS